Muerte asistida: no se considerará que los pacientes han “muerto por causas naturales”, creación de una cláusula de conciencia

Las enmiendas destinadas a suprimir el apartado en cuestión fueron aprobadas por una estrecha mayoría, con la opinión desfavorable del ponente Stéphane Delautrette (PS) y la opinión sensata del Gobierno, es decir, no orientar a los diputados en un sentido u otro. El artículo fue aprobado inmediatamente. La diputada Nicole Dubré-Chirat (Renacimiento), que presentó una de las enmiendas que permitieron la introducción de esta disposición en comisión, explicó que quería "ahorrar a las familias de los fallecidos posibles dificultades relacionadas con los compromisos contractuales contraídos en vida".
Pero diputados de diversos grupos han criticado una disposición "orwelliana" (Dominique Potier, PS), que "manipula completamente el significado de las palabras" (Charles Sitzenstuhl, Renaissance) y "distorsiona la realidad" (Patrick Hetzel, LR). "Se cambia el sentido de las palabras para imponer una ideología, aunque eso suponga destruir la realidad", declaró la diputada RN Sandrine Dogor-Such, relacionando esta afirmación con el rechazo de los promotores del texto a incluir los términos "eutanasia" o "suicidio asistido" en la ley.
No hay obstáculos para los contratos de seguro de vidaStéphane Delautrette, por su parte, argumentó que los pacientes fallecidos tras una sedación profunda y continua, autorizada por la ley Claeys-Leonetti de 2016, deben considerarse fallecidos por causas naturales. Pero Charles Sitzenstuhl recordó la diferencia entre ambos procedimientos, destacada por la Alta Autoridad Sanitaria, en particular en lo que respecta al "criterio de resultado".
La sedación profunda y continua “se continúa hasta la muerte debido a la progresión natural de la enfermedad”. Mientras que la eutanasia “[…] provoca la “muerte inmediata del paciente”, citó.
La ministra de Salud, Catherine Vautrin, recordó por su parte que el texto precisa más adelante que "la muerte asistida no es un obstáculo para las condiciones de los contratos de seguro de vida". Propuso "aprovechar el vaivén parlamentario" del texto, que luego deberá ser examinado en el Senado, para mejorar este punto. Una posibilidad sería añadir “dos casillas” a la lista de circunstancias aparentes de la muerte, una para la sedación profunda y continua y otra para la muerte asistida.
Cláusula de conciencia para médicosPor la tarde, los diputados aprobaron ampliamente (por 126 votos a favor y 10 en contra) el marco de la "cláusula de conciencia" que permite a cualquier médico negarse a practicar la muerte asistida, basándose en el modelo de las reglas existentes sobre el aborto. Esta decisión seguirá siendo individual, a pesar de los intentos de la derecha de autorizar una cláusula colectiva a nivel de establecimiento o servicio, con Patrick Hetzel refiriéndose a los "servicios de cuidados paliativos hostiles" a la muerte asistida y su colega Philippe Juvin, al caso de las residencias de ancianos "gestionadas por congregaciones religiosas".
"Enmiendas carentes de humanidad", denuncia la socialista Sandrine Runel, con el objetivo de "hacer inoperante la ley" según el centrista Philippe Vigier (Modem), e incluso un riesgo de "ruptura republicana" para Frédéric Valletoux (Horizons).
Sin embargo, no existe una cláusula de conciencia para los farmacéuticos que suministran el producto letal, solicitada por los opositores al texto pero rechazada por la Asamblea ese mismo día.
Creación de un registro de cuidadoresLos parlamentarios también aprobaron los detalles del procedimiento que rige la administración de la sustancia y sus consecuencias. Se adoptó una enmienda de Stéphane Delautrette que especifica que, si bien la presencia de un profesional sanitario no es obligatoria, éste debe estar "suficientemente cerca y a la vista directa de la persona".
Además de los distintos criterios y trámites previos a este acto final, los diputados aprobaron también la creación de una "comisión de seguimiento y evaluación", encargada principalmente de llevar el registro de cuidadores que prestan asistencia para la muerte y de informar a las autoridades sanitarias o a los tribunales de todos los hechos de su competencia: faltas a la deontología, por un lado, y delitos y faltas, por otro.
SudOuest